Los artículos de fierro o metal, son un complemento muy usado en decoración, tanto de interiores cómo exteriores. Sin embargo, es posible que a lo largo del tiempo estos elementos tienden a desgastarse, inclusive mostrando signos de oxidación y descuido. Cuando se desea reparar o transformar por completo un elemento de metal, hay puntos a considerar que son sumamente relevantes, ya que sin ellos no se podría llegar a un acabado perfecto ni exitoso. Entre estos puntos, se encuentra el uso de hornos y pintura al horno.
La pintura al horno permite que logremos acabados más resistentes y firmes por medio del calor. Una vez que se aplica en el elemento o superficie, se debe introducir al horno por lo menos a una temperatura de 150° para lograr estos acabados. Esto se logra ya que el tipo de pintura es especial y acelera su proceso de secado mediante el proceso de horneado para después pasar por un proceso distinto de “curado” el cual consiste en brindarle fijación a la pintura. Estos hornos son de distinto tamaño, comúnmente son amplios ya que deben caber piezas metálicas grandes y debe poder realizarse el procedimiento sin inconvenientes de espacio ni complicaciones con la pintura. Disponen de una cámara y paneles de doble pared metálica
Es importante que durante el proceso de horneado se regula constantemente la temperatura y la circulación de aire, ya que debe mantenerse una temperatura uniforme en todas las secciones dentro del horno para que la adhesión a las piezas de metal sean más homogéneas en su acabado final. En efecto, si no se mantiene un mismo nivel de calor durante todo el proceso o está distribuido de distinta manera en los extremos, es probable que el acabado y los colores se vean ligeramente afectados. Inclusive puede disminuir el brillo
Existen diversos tipos de hornos según el tipo de pintura que se utilice. Mencionaremos a continuación algunos de ellos:
1. Horno de secado de humedades
- Cómo su mismo nombre lo indica, se encargan del secado de los elementos o piezas después de haber pasado por un proceso desengrasante y de limpieza. Soportan hasta 130°C
Horno de polimerizado de pinturas líquidas
- Este horno funciona mediante una distribución homogénea de aire caliente que garantiza que la pintura cuente con un mejor acabado. Sin embargo, se debe velar por una correcta cantidad de pintura en los elementos al interior puesto que una excesiva acumulación de líquidos o materiales disueltos pueden generar un riesgo en el horno.
La pintura al horno, por lo tanto, es una muy buena opción para obtener un resultado duradero e impregnado en los metales. Sirve de forma muy conveniente cuando se trata de metales expuestos a sufrir mayores daños y deterioros que los que se encuentran en interiores.
Cuando se trata de un tratamiento para aplicar en nuestros elementos de casa, sean pertenecientes al exterior o interiores debemos diagnosticar primero qué es lo que se debe hacer con el metal según el estado en el que se encuentre. Cuando este se encuentra oxidado, la opción sencilla es repararlo es con una lija, pero únicamente en casos en los que el óxido no es tan masivo ni evidente. Para casos más críticos, se puede utilizar un decapador (también llamado pistola de calor, se utiliza para eliminar capas de pintura, óxido o barniz, entre otras cosas), el cual es necesario que cuente con un tiempo para que actúe para posteriormente ser removido. Para una limpieza más profunda, se debe terminar el proceso con un disolvente.
Cuando el metal no está oxidado, pero si contiene grasa impregnada, se pueden utilizar productos desengrasantes de preferencia de buena calidad, y terminar de limpiarlo con un paño para evitar que queden restos. Una superficie de metal limpia y desengrasada permite que la pintura se adhiera de forma más eficiente.
Una vez diagnosticado el problema presente en el metal y corregido de manera pertinente, se debe procurar que al pintarse, se aplique una capa de pintura inicial, que pueda servir cómo base protectora al metal y evita que en un futuro vuelva a oxidarse. Es ideal optar por capas delgadas y que se apliquen de manera lenta, de tal manera que no se sobrecargue el metal de pintura y el acabado sea más sutil. Estos son algunos de los productos que se pueden utlizar para proteger el metal de la corrosión y/o el óxido.
El trato a artículos y mobiliario de metal, va a depender siempre del estado en el que se encuentre, además del modo que se busque pintar. Es casi seguro que el resultado quedará maravilloso ya que el metal es un elemento versátil y útil para complementar todo tipo de ambientes.