Fueron varios meses que Melissa mi esposa me sedujera para desarrollar la remodelación de los muebles de la cocina, me hizo acordar la vieja frase: En casa de herrero cuchillo de palo, y creo que es muy cierto porque lo viví en carne propia a comienzos de la pandemia, porque me costó mucho sentarme y diseñar una idea que pueda sintetizar muy bien los requerimientos de mi cliente: esposa y míos a la vez.
Conversé con ella un domingo y me explicó que casi la mayoría de su tiempo lo pasa en la cocina, mirando a los niños y haciendo recetas que me gustan, por lo tanto, quiero sentirme a gusto en ella, entonces tienes que diseñar pensando en que será para mí en especial, ahí entendí lo importante que sería este espacio para el hogar y más aún cuando pasas bastante tiempo en ella.
Todo comenzó cuando me entregaron el departamento, la cocina se encontraba cerrada y separada de la zona social, lo primero que hice fue bajar el muro que dividía estos espacios para lograr integrarlos y lograr que visualmente sea uno, esto con solo bajar el muro a 1.10 se logró, para esto, los muebles que la constructora entrego eran simples y de un solo color, el granito de color oscuro ayudaba a tener un contraste sobrio y a la vez elegante, pero faltaba definirlo mejor y eso fue lo que hice.
Plantee respetar la estructura original de los muebles de melamine y el granito negro, pero lo que cambie fueron las puertas y adicione dos muebles uno vertical y otros horizontal para lograr articular el mueble de abajo con el de arriba, así como el mueble para el horno pequeño y el microondas, por otra parte, quería que la cocina tuviera personalidad por ese motivo toda las puertas de la parte baja fueron de color negro con acabado poluretano y las otras puertas de la parte alta sería de color rojo cálido parecidas a las sillas que adicionamos a la barra.
Este espacio que considero el principal de la casa no solo sirve para cocinar y hacer postres sino para mirar a los bebés, ver televisión, trabajar en la barrar con una laptop, repisas de mis hijos para colocar cualquier juguete y en especial diría que es el espacio de encuentro, donde la familia comparte y se integra.
Gino León